Empecé a trabajar muy jovencita, allá por el verano de 1989, cuando acababa de cumplir 18 años y estaba terminando COU. Pero lo que comenzó como un trabajo temporal se convirtió en ir enlazando un contrato con otro, y cuando me quise dar cuenta me encontraba totalmente inmersa en el mundo laboral; no fue hasta cuatro años después de acabar el instituto que me animé a matricularme en la universidad, al mismo tiempo que daba saltos de una empresa a otra: trabajé como auxiliar administrativo en Ifema, en IDG, en Civinasa, en Patrimonio Nacional; como auxiliar de biblioteca en el Instituto Santa Teresa de Jesús y en las facultades de Económicas y de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid; como documentalista en la librería Babel y en INESE; como corrector de estilo en la editorial Edelvives…
Poco después de terminar la carrera comencé, casi por casualidad, a trabajar como responsable de contenidos en Comunicación Interactiva; esto fue en marzo de 2000 y en junio de ese mismo año nos compró Indra para fundar Atlante, su filial de eBusiness, en la que ejercí funciones de responsable del centro de documentación. En 2001 la mayor parte de los trabajadores de Atlante pasamos a formar parte de la plantilla de Indra Sistemas, donde he realizado funciones de experto en gestión de contenidos web hasta finales de 2021. Y aunque no es mi trabajo principal, nunca he dejado de lado la corrección editorial, a la que le dedico algunos momentos puntuales.